lunes, 25 de octubre de 2010

EL FENÓMENO DE LA MUJER-BOLSO



“En los últimos años, los bolsos con nombre propio, como el ‘ Spy‘ de Fendi o el ‘Paddington‘ de Chloé, han generado obsesión, listas de espera y severas deudas en mujeres con sueldo medio. Si tu identidad cabe en un bolso, la moda te da la respuesta: cómprate uno enorme.
El fenómeno de los bolsos con nombre propio enfila ya su tercer o cuarto año de vida y no da signos de remitir.
En la red proliferan blogs y webs dedicados al tema, como pursblog.com o purseing.com, y las revistas especializadas (sobre todo las más celebrity-céntricas como Glamour o InStyle) tienen que hacer la ronda casa semana: ¿qué bolso cuelga hoy de los famélicos bracitos de Mischa Barton? Uno que a) no ha pagado (no como las dos neoyorquinas con sueldo medio que tendrán que sacrificar diez cenas y un sofá nuevo) y que b) está a punto de provocarle una luxación de codo.
La moda ama los mensajes simples. Y si hay mujeres dispuestas a ceder su identidad a su bolso, el sistema les va a ofrecer una respuesta no tan irónica como cargada de mala leche: vendérselos del tamaño de un saco de mudanzas. ¿No quieres bolso? Toma dos tazas.
Esta temporada, el tamaño de los bolsos es en si mismo una burla y una parodia. Ver a las Olsen arrastrar sus bolsos sarcófago por Los Angeles sólo puede provocar lástima. ¿Qué es tan importante que tiene que cargarse todo el día en un Muse de Yves Saint Laurent? Que se lo pregunten a Lindsay Lohan, Naomi Watts y Jennifer Lopez, que lo tienen. Y a 50 recién ascendidas a Recursos Humanos, que también. Gracias a él podrán ir a la oficina pensando: no estoy sola, vengo con mi bolso.
Antes, sólo las casas peleteras como Louis Vuitton subían bolsos a la pasarela. Pero desde que el ‘fashion system’ gira en torno a los accesorios, son de rigor en la presentación de las colecciones. Desde arriba, y en el sentido de las agujas del reloj, maxibolsos vistos en Chanel,Camila Staerk, Marc Jacobs, Céline y Prada.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario